Actualmente existe el deseo y la validación del libre movimiento de capital económico, pero no el libre movimiento de personas, derecho reconocido como fundamental en todos los seres humanos.
La política actual utiliza como principal estrategia, la promoción del temor en la población chilena, la cual es transmitida a través de los medios de comunicación masivos. La imagen que se ha estado construyendo de las personas inmigrantes las posiciona como abusadores, mafios@s, traficantes, peligros@s, delincuentes, sumis@s, explotables, generando sobre todo asociaciones entre actos delictivos y el país de procedencia, con ello provoca y potencia el prejuicio, la discriminación y justifica agresiones, abusos, así como coerción por parte de los ciudadanos y también de la autoridad, al estar avalados por el mandato de proteger y restringir las fronteras.
Si el Estado y el Gobierno de Chile por medio de su poder simbólico coartan la igualdad de oportunidades, olvidan un derecho constitucional que es ser tratado como un igual sin importar la edad, el sexo y el origen, está negando a su vez el APORTE que realizan día a día hombres y mujeres peruan@s, bolivian@s, colombian@s, ecuatorian@s, argentin@s, venezolan@s, cuban@s, haitian@s, african@s, árabes, chin@s, y tantos otros que buscan una permanencia digna, a través de su fuerza de trabajo.
Instamos a las autoridades de gobierno regional y central, a que cese de inmediato la expulsión indiscriminada, la arbitrariedad en la atención, la persecución por sospecha, las redadas sin investigación previa, en contra de las personas que actualmente se encuentran en condición de inmigrantes y que sin haber cometido actos delictivos son perjudicados de igual manera, por el retraso de papeles, por no contar con un contrato de trabajo y tantos otros procedimientos que también experimenta un alto porcentaje de ciudadan@s chilenos precarizad@s.
SER MIGRANTE NO ES UN DELITO, SER MIGRANTE ES UN DERECHO
